El programa de actividades de la Cátedra Alfonso Reyes en este ciclo febrero-junio 2023 está dedicado a reflexionar sobre la oportunidad de imaginar nuevos mundos posibles. El primer evento se llevó a cabo en colaboración con el Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana y tuvimos como invitada a Alexandra Haas, una de las voces más informadas, claras y combativas en temas de desigualdad. Ella dirige Oxfam México, organización internacional que trabaja para combatir esta situación desde sus raíces.
En conversación con Inés Sáenz, Vicepresidenta de Inclusión, Impacto Social y Sostenibilidad, y Ana Laura Santamaría, Directora de la Cátedra Alfonso Reyes, Haas habló de las expresiones de desigualdad en nuestro país que se ligan con la inseguridad, la falta de crecimiento y de acción social, y otros aspectos que acentúan la pobreza y el acceso de muchos mexicanos a una vida digna y al piso mínimo de bienestar. Muchos de los estudios en torno a la pobreza y a la desigualdad están sesgados bajo la mirada de prejuicios, como el pensar que la gente no se esfuerza lo suficiente, sin tomar en cuenta que los más desfavorecidos tienen más horas de trabajo, más horas de traslados, más horas de cuidado a la familia, más inseguridad y un sinfín de etcéteras. Es indispensable, dice Haas, mirar el ciclo de las condiciones de vida para poder comprender las grandes problemáticas. El sistema en el que vivimos no premia el talento ni el esfuerzo, puesto que hay ciertos grupos que están condenados a no tener movilidad social, independientemente de sus talentos.
Bajo las premisas anteriores, Oxfam trabaja en cuatro pilares fundamentales:
- Bienes comunes y territorio
- Bienestar y trabajo
- Acción humanitaria y justicia climática
- Justicia fiscal
Con esas grandes temáticas se construye una agenda de economía para la igualdad orientada a afrontar los problemas de manera sistémica en un México de profunda desigualdad en el mercado y derechos laborales. Ese es un entorno en donde el capital se premia mucho más que el salario, y en donde la mitad de la población económicamente activa se desempeña en la informalidad laboral, sin acceso a servicios como la salud, la educación y la vivienda. Hay un serio problema de recaudación, puesto que está corroborado con datos duros que no están pagando lo suficiente quienes más tienen.
También el tema climático debe entenderse bajo la lógica de la desigualdad global. El 80% de los territorios mejor conservados son indígenas y hay un total desdén hacia el conocimiento de esas comunidades. Es imperativo desarrollar formas de crecimiento económico inclusivo con sensibilidad a las comunidades.
No basta con la filantropía, establece Haas, si el estado no cobra los impuestos que tiene que cobrar nunca va a poder dar los servicios públicos que se requieren para el bienestar. Ochocientos millones de personas en el mundo están en situación de pobreza alimentaria, frente a 2665 que tienen cientos de miles de millones de dólares. Oxfam propone un impuesto del 5% a las grandes fortunas para desarrollar programas contra el hambre y la pobreza extrema. Pero el tema fiscal es un núcleo duro y doloroso, tiene mucha resistencia social y la gente no confía en el Estado por los temas de corrupción e impunidad.
Es en las universidades donde se deben llevar a cabo estas conversaciones, hacer análisis críticos y cuestionarlo todo. Es en las universidades donde se gesta la imaginación política. Los jóvenes tienen menos prejuicios y pueden comprender y desarticular el pensamiento supremacista de los no indígenas que creen tener la verdad y que consideran la compresión indígena como sesgada y no científica, alejada de la realidad. La práctica de escuchar a los pueblos originarios es algo que debemos incorporar en nuestra vida universitaria. Tenemos una impermeabilidad de la diversidad que va en detrimento de nuestro desarrollo cultural.
Accede al video de esta conversación en bit.ly/3mUASix