La Biblioteca Humana está diseñada para construir un marco positivo para conversaciones que desafían estereotipos y prejuicios mediante el diálogo. Es un lugar donde la gente real está atenta a los lectores y las preguntas más difíciles son esperadas, apreciadas y contestadas.
En entrevista, la Dra. Lourdes Epstein menciona que “en 2020 con la pandemia, decidimos hacer el ejercicio de Biblioteca Humana como actividad académica en formato digital. Así fue como los siguientes años trabajamos con las y los estudiantes de la materia Del humanismo al posthumanismo de diversos campus, como MTY, CDMX, Santa Fe, Estado de México y Toluca”. El uso de estas herramientas permitió que el proyecto tuviera un alcance nacional e impactara a más alumnos y alumnas de la EHE.
Este año se retomaron las bibliotecas humanas presenciales en la UNAM y, en el marco de la FIL MTY, se llevaron a cabo las bibliotecas humanas sobre migración; a principios de noviembre, otra en CDMX con cuatro colecciones distintas: salud y discapacidad, precarización del trabajo, violencia de género y migración. En temas como el de migración, resulta una experiencia valiosa para construir un entorno de inclusión, ya que las historias de vida que se ponen a disposición de los lectores generan comunidades de aprendizaje y empatía.
La profesora Epstein destaca que las y los estudiantes “han colaborado en este ejercicio de la Iniciativa de Laboratorios Ciudadanos acompañados de profesores y profesoras de varios campus. El estudiantado participa y se vincula con las comunidades en cuestión, acompañándolas para editar y publicar libros humanos. Esta práctica ha permitido un acercamiento real con las poblaciones en las temáticas que trabajamos, así como un entendimiento de la construcción del conocimiento y de sus sesgos ocultos”.
La Biblioteca de Narrativas nos ha permitido entender una metodología a través de la cual podemos responder por nuestra posición social y condición en la producción de conocimiento para materializar su objetividad —entendida como una mirada parcial y no neutral— y fomentar la innovación social abierta en un marco de ética de cuidados y reconocimiento activo de la dignidad humana.
Desde 2018, un promedio de 600 alumnos y alumnas han colaborado preparando, acompañando, produciendo y publicando libros humanos, y en 2020 el estudiantado ha participado también en la producción de narrativas digitales.
El reto más importante para seguir materializando este proyecto es la organización y consolidación de las comunidades de aprendizaje que nos permiten abrir estos espacios de diálogo y escucha. Al ser un proceso largo, complejo, requiere una hospitalidad muy especial; cada persona involucrada debe mantener un ritmo constante de actividades y seguimiento para lograr que cada equipo de estudiantes que participa se vincule adecuadamente y consiga trabajar con él o la candidata a convertirse en libro humano.
La EHE, a través de la Iniciativa de Laboratorios Ciudadanos, ha sido una de las instituciones pioneras en la organización de bibliotecas humanas en México con una adaptación innovadora al escenario académico y al formato digital. La Fundación SM ha colaborado desde un inicio en el proyecto y su relación con la EHE como OSF se ha consolidado enormemente.