Durante casi un cuarto de siglo, la Cátedra Alfonso Reyes (CAR) ha organizado más de 500 eventos académicos como conferencias, seminarios, talleres y conversaciones que se encuentran documentados en su videoteca. La riqueza y pluralidad de ese estante digital destaca por hacer de la Cátedra un indispensable espacio de reflexión y pluralidad que representa una plataforma capaz de dotar con herramientas conceptuales a fin de comprender los desafíos de nuestro tiempo.
La celebración de este XXIV aniversario dio espacio a un encuentro abierto al público que se distinguió por la presencia de Alfonso Reyes, a quien dio vida Pablo Luna, actor de Percha Teatro. En una amigable conversación con Ana Laura Santamaría, Directora de la Cátedra, “Alfonso Reyes” hizo un breve recuento de su vida desde su nacimiento en Monterrey, ciudad a la que amó profundamente y a la que le dedicó poemas como Sol de Monterrey y Romance de Monterrey.
En el Jardín de las Carreras, al pie del monumento a Don Eugenio Garza Sada, llegaron alumnos de todas las especialidades profesionales, convocados no solo por la invitación previa, sino por aquella charla de anécdotas y poesía en la que se recordó a un joven Alfonso apasionado de las letras. Reyes, junto con otros jóvenes, infundió vitalidad al famoso Ateneo de la Juventud que se convirtió en un movimiento intelectual de profundos cimientos filosóficos.
Se evocó también en esta diálogo amable y cálido al general Bernardo Reyes, padre de Alfonso, asesinado en la Decena Trágica y cuyo asesinato marcaría profundamente la vida y obra del regiomontano universal. Para recordar este doloroso acontecimientos se leyeron los versos de La oración del 9 de febrero.
Ana Laura Santamaría hizo un breve recuento de los pasos de Reyes por Madrid, Argentina, Brasil, al tiempo que mencionaba sus obras destacadas, como Visión de Anáhuac e Ifigenia Cruel, ese hermoso poema dramático del que también se citaron unos versos y que marcaron la pauta para hablar de lo doloroso que le resultaba a Reyes la guerra en México y pertenecer a una familia marcada por la tragedia:
Robarás una voz, rescatarás un eco;
un arrepentimiento, no un deseo.
Llévate entre las manos, cogidas con tu ingenio,
estas dos conchas huecas de palabras: no quiero.
No quería volver a México.
A modo de tertulia, siguió la conversación a la que se unieron los estudiantes. Reyes preguntaba y ellos compartían que eran foráneos; el invitado especial de esta celebración recordaba lo difícil que es estar lejos de los amigos y la familia y de la importancia que tenía para él dar refugio y hospitalidad a sus amigos en México cuando fueron exiliados de España.
En un momento de la conversación se hizo presente Victoria Ocampo, escritora argentina a la que Reyes admiró enormemente. La actriz Yesica Silva, de Percha Teatro, interpretó a este entrañable personaje de la vida de Reyes, traductora de enormes escritoras como Virginia Woolf y editora de la revista Sur, donde publicó parte de la obra de Jorge Luis Borges.
En un ambiente festivo, de versos, tertulia, regalos y pastel, los estudiantes cantaron “Las mañanitas” para celebrar los veinticuatro años de la Cátedra Alfonso Reyes en el Tecnológico de Monterrey y recordar y re-conocer a uno de los escritores más destacados de México.
En estos veinticuatro años, la CAR ha invitado a las voces más sobresalientes del pensamiento humanista de nuestro tiempo. Las más de 500 conferencias magistrales, los seminarios y talleres se encuentran documentadas en la videoteca albergada, bajo la modalidad de libre acceso, en el canal bit.ly/Videoteca_CAR